La iglesia temporal de Sant’Agostino es una construcción económica, versátil y sostenible a largo plazo.
Un espacio con funciones litúrgicas temporales que, una vez devueltas a la iglesia histórica de la ciudad, quedará al servicio de la comunidad.

Constitución de la iglesia de madera

La geometría de la estructura de Sant’Agostino está dividida en dos cuerpos que descansan sobre una base cuadrada de 20 metros por lado. El contraste entre los dos volúmenes, uno construido para la zona litúrgica y el otro con funciones accesorias, se abre a un patio para otras actividades de recepción. Además, un gran ventanal ilumina la pequeña capilla. El carácter temporal del edificio ha llevado a proponer una disposición interna que no es tradicional pero que permite a la comunidad reunirse en torno a los fuegos litúrgicos. Por lo tanto, se decidió alinear en un solo eje central, sede, ambón y altar, proponiendo un diseño arquitectónico en el que una pequeña comunidad se reúne en torno a las geometrías sacramentales.